diumenge, 25 d’abril del 2010

Dos mil fosas clandestinas en busca de juez



LQSomos. Miguel Ángel Rodríguez Arias. Abril de 2010.
(Treinta y cinco años después...).

Pirandello tenía seis personajes en busca de autor. Nosotros tenemos más de dos mil fosas clandestinas en busca de juez.

Con 143.000 seres humanos exterminados dentro.

Qué injustas las críticas a nuestro poder judicial. A fin de cuentas a cualquiera le puede pasar lo de perder la competencia judicial de dos mil fosas de un genocidio aterrador o cualquier otra cosa...

Pobre justicia, las familias de los desaparecidos ya se están pasando, ¡ni que llevasen 35 años esperando la investigación!.

Y menos rollo con el Tribunal Europeo, Nuremberg y no sé que más, que aquí quien sabía de verdad de derechos humanos era Franco y nuestro Gobierno, que no se le escapa una últimamente, lo vió con toda claridad y por eso nuestra ley de la memoria le copia el sistema de búsqueda de los desaparecidos de la Orden de mayo de 1940 (BOE de 09/05/1940)... Que si Garzón (¿o la monarquía?) está en un embrollo es por su propia culpa, por llevar la contraria a la ley de memoria y empeñarse en que a los desaparecidos los busque la justicia, no los familiares... con lo bueno que es el aire de campo buscando a los suyos de fosa en fosa y tomando el sol... Si es que es lo mismo de siempre con España: la contumaz conspiración del comunismo internacional de la que trató de alertarnos el caudillo, y por eso, otra vez, nos están poniendo a caldo en todo el planeta, como en sus mejores tiempos.

Como si violar un poco diez derechos humanos distintos, enumerables, de más de un millón de ciudadanos fuese para tanto...

Al final va a ser Miguel Hernández, poeta tan de moda entre monarcas, aristogatos y nobleza franquista de los más insignes apellidos genocidas - el mismo Miguel que, enfermo y prisionero, se negase en redondo a hacer el más mínimo gesto a favor de Franco ni para salvar la vida - el que siga diciendo las cosas claras en este país en el que tanto sigue perdido, no sólo las competencias:

"Ocupad los tristes puestos
en la triste telaraña.
Sustituid a la escoba,
y barred con vuestras nalgas
la mierda que vais dejando
donde colocáis la planta."

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No a la Impunidad de los Crimenes Fascistas

dissabte, 24 d’abril del 2010

Otro fascista que se va sin pagar...



LQSomos. Clamor Republicano. Abril de 2010.
Y no sólo es que se va sin pagar, sino que se va con los bolsillos llenos de honores y el riñón de sus deudos bien cubiertos, pues en vez de haberse muerto un falangista corrupto parece que se haya muerto el padre de la patria olímpica.

Jugador de hockey, para que no digan que no sudó nunca, embajador insigne en la Unión Soviética en 1977, para quitarse el sambenito de fascistilla, presidente del COI, título tapadera perfecta para sus negocios. Franquista agradecido brazo en alto cuando recibía cargos, del 64 al 75 procurador en las Cortes franquistas y en el 73 presidente de la Diputación Provincial de Barcelona. Demócrata de atrezzo cuando hubo que quitarse la blanca chaqueta de gala de falange para lucir el traje oscuro de su carrera olímpica y meteórica, un traje de corte muy monárquico. ¿Quién no recuerda a esa familia real desfilando o llorando en los eventos deportivos olímpicos, en una propaganda asqueante de la susodicha prole, criada a la sombra y cobijo del árbol franquista? Una vez muerto el patriarca Franco, se relacionó con todo aquel que le podía ofrecer algún beneficio, ya fuera del Este o del Oeste, todas las relaciones que le ofrecieran la oportunidad de medrar económicamente, profesionalmente o socialmente eran bienvenidas. En TV3 destacaban ayer su maestría llegada la hora de hacer su particular transición del franquismo a su escaparate de demócrata olímpico. De una televisión que censura un reportaje sobre la monarquía es normal esperar que haga loanza de ciertas transiciones indecentes.

Lo que es cierto es que nunca unas olimpiadas reportaron tanto para tantos. La Generalitat le premió con su medalla de oro, lo que le ha dado derecho a que sus despojos sean exhibidos en el mismo Palau, así los nostálgicos se han podido pasear por delante de sus fascistas restos. “Cariño, respeto y admiración” han mostrado los que han pasado por delante del féretro lanzándole besos cual repetición de los honores rendidos al que fue su amado Caudillo. Allí estaba el príncipe, su consorte y los que andan por los EEUU. El príncipe con su maravillosa dicción ha dicho de él: un amigo entrañable, un coloso del deporte y del olimpismo moderno y un español universal. Ahí queda eso. Y el padre, o sea, el rey, ha declarado: .. España ha perdido a uno de sus hijos de mayor proyección universal… que ha demostrado firme lealtad a la corona y firme servicio a España. Sólo le ha faltado decir: “una figura excepcional entra en la historia”, pero claro, eso es sólo para el maestro. El monarca presidirá los funerales esta tarde en la Catedral de Barcelona.

Así Samaranch se va, pasando olímpicamente de las víctimas que dejó su Falange y por lo tanto sin que nadie le haya pedido nunca ninguna responsabilidad por su pasado fascista. Y eso escuece, porque uno a uno nos van abandonando estos personajes relevantes de la vida pública, tras una trayectoria llena de honores y prebendas a costa de todos los que sufrieron, de una u otra manera, su horrenda dictadura. Además seguramente ya habrá alguna televisión que ofrecerá una miniserie a su mayor gloria empezando desde su lectura del otorgamiento de los juegos olímpicos a Barcelona y obviando su negro pasado y sus tejemanejes en el COI. Una moda muy rentable que comenzó con el 23-F, siguió con Suárez, la Duquesa y con las futuras sobre Sofía, y sobre Leti y el príncipe. Transición, monarquía y nobleza para un pueblo anestesiado con sobredosis de propaganda azucarada.

En resumen, otro fascista que se va sin pagar y la cuenta asciende ya a tanto que vamos a necesitar que sea un coronado quien la salde llevando al banquillo su testa real.

dimecres, 14 d’abril del 2010

Visca la República !!!




Que la pluja i la mandra, no pugui amb naltros.
Aquesta tarda a les 19h, tots a la Plaça Sant Jaume de Barcelona.

dimarts, 13 d’abril del 2010

TV3,se corona...




LQSomos. Clamor Republicano. Abril de 2010.
El rey, el presidente Zapatero, el president Montilla, la directora de la televisión pública catalana, los documentalistas, Montse Armengou y Ricard Belis, y la ciudadanía. He aquí el organigrama de como funcionan las cosas en este país sin derechos. Ayer me llegó la noticia a través de Montse Armengou que el documental “¿Monarquía o República?”, que todos estábamos esperando como agua de abril, no se iba a emitir por decisión del ente, o sea de los guardaespaldas del rey. Luego dirán, como siempre, que este simpático zángano mantenido no ha tenido nada que ver porque ha sido una decisión política de los que resultan ser más papistas que el Papa. La excusa dada para censurar es que velan por nuestros intereses porque el contenido del documental y su montaje podría ser sesgado y claro, en nuestra estupidez supina, igual llegábamos a la conclusión errónea de que el sistema más democrático era la república y no esta monarquía constitucional infumable y censuradora. Somos un pueblo de bobos, no emancipados, tutelados por un gobierno, que vela por los intereses de la Casa Real y no por los de los que les pagan su salario, o sea, nosotros, los tontos del haba. Es increíble que pasen los días y en vez de alejarnos más del franquismo y acercarnos más a la democracia nos encontremos con la expectativa de un desierto de derechos y una sobredosis de imposiciones para acabar con el más pintado.

Este país se ha convertido en uno de los paraísos del fascismo y la paradoja es que se ha producido esta involución salvaje cuando supuestamente gobiernan unas siglas de izquierda, utilizadas suciamente por unos que olvidaron hace mucho tiempo lo que significa ser socialista, si es que alguna vez lo fueron.

Así somos la vergüenza mundial juzgando a quien quiso juzgar el franquismo, hasta The Independent titulaba: "Garzón prometió ver a los fascistas en el tribunal, pero no de esta manera". Yo no lo siento por el juez en si, que no goza de mi simpatía, pero en esta ocasión no cabe más que posicionarse, no tanto a favor de él, sino en contra de que el fascismo lejos de ser juzgado siga juzgando a través de organizaciones de pasado criminal manchadas de sangre y grupos de ultraderecha. Utilizan sin pudor como brazo ejecutor su justicia, la de siempre, que no ha sufrido más renovación que un ligero maquillaje porque lo sagrado sigue siendo intocable. Estos fascistas van a sentar en el banquillo de los acusados no a Garzón sino a todas las víctimas del franquismo y a sus familiares. Dicen que jueces argentinos van a llevar a la dictadura fascista de Franco y a sus protagonistas vivos ante la justicia, ojalá sea cierto y se cumpla, esta era una opción que muchos habíamos contemplado ya desde hace tiempo ante la impunidad que gozan los verdugos en este estado.

Mientras tanto, el gobierno denuncia la “dictadura” cubana cumpliendo sus pactos de alfombra de Obama, quejándose amargamente del trato que reciben los presos y de lo que maltratan a las pobres señoras, financiadas por la gusanera, con título de culebrón rancio, no ven la viga en ojo ajeno. Aquí no tenemos las cárceles noruegas y cuando levantamos a un grupo de gente del suelo lo hacemos a garrotazo limpio y no con poca saña, que se lo pregunten a los del Cabanyal, a estos no los empujaron suavemente a un autobús y los mandaron a casa, claro, debe ser porque las estaban derribando en una operación especulativa más de la España cañí de la corrupción. Y sólo faltaba la farándula, los progres artistas de antaño, algunos en nómina, acudiendo supuestamente al rescate de los derechos humanos ajenos mientras poco les importa si aquí se contemplan. Que hagan un estudio de conciencia aquellos que tanto se prodigaron por la isla y que ahora reniegan de ella y que observen quien ha cambiado. Hay que hablar de las honrosas excepciones y dar las gracias a gente como Willy Toledo.

Pero volviendo a lo que nos ocupa, el asunto de no emitir el trabajo de unos prestigiosos profesionales, premiados internacionalmente, que han dado gran prestigio a la televisión pública catalana, no tiene otro calificativo que el de vergonzoso. Sus trabajos han sido un vehículo más en esta lucha contra la desmemoria, sacando del arcón del olvido mediático a nuestras víctimas y dando a conocer a muchos ciudadanos la magnitud de lo que fue la represión franquista negada por activa y por pasiva. Se ve que en la guerra civil sólo hubo rojos exaltados y asesinos matacuras, pero como fue una guerra entre hermanos estábamos dispuestos a perdonarlos. Que el otro hermano fuera un golpista fascista exterminador carece de importancia. Y cuando pensábamos que gozábamos de la mejor televisión pública del estado, pionera en muchas cosas, y hasta a veces progresista, nos salen con esto, nos dejan helados y a la altura de otros canales donde la independencia es pecado mortal castigado con excomunión y paro. Se veían señales durante los últimos meses de un viraje un tanto sospechoso por parte de la línea llevada hasta ahora por TV3, sobre todo por sus estrellas mediáticas, pero esto es inadmisible, bochornoso e insultante. Y lo peor no es que decidan no emitirlo sino que se planteen hacerlo más adelante dándole el sesgo que a ellos les parezca adecuado, para que nuestras infantiles mentes lleguen a la conclusión correcta de que la monarquía es la respuesta. Así nos quedáremos sin ver algunas entrevistas que prometían dar nuevos y reveladores datos sobre el 23-F, el gran día del monarca.

Gracias TV3, gracias presidentes, gracias monarca por tratarnos como a imbéciles, pero hasta éstos llegan a un punto en que se rebelan contra la injusticia y como dice la canción l’estaca: Si estirem tots ella caurà, i molt de temps no pot durar, segur que tomba, tomba, tomba, ben corcada deu ser ja.


El 14 de abril en Sant Jaume a partir de las 19 horas se denunciará la censura de TV3 y se hará apología de la República, algo cada vez más peligroso. Si les incómoda es que vamos por el buen camino.

Republicanía,Ocupación y Resistencia.



COL.LECTIU REPUBLICÀ DEL BAIX LLOBREGAT.

Se acerca el 14 de abril, efeméride conmemorativa, que año tras año muestra a los republicanos como unos nostálgicos, que una vez cada 365 días sacan sus banderitas tricolor a airear. Ondear para celebrar lo que por breve tiempo fue una posibilidad de futuro, que una vez truncada, nos sumió en un pasado tozudo que se reinventa para no parecerlo, pero que a muchos no nos engaña, por muchas formas democráticas que este crea adoptar. De todas formas, para hacer honor a la verdad y en cierta manera, gracias, entre otros, al movimiento memorialista combativo, aquel que entiende que no habrá justicia que venga de transición alguna sino de la ruptura democrática, la bandera republicana ha empezado a ser no sólo parte de un pasado sino una reclamación de futuro. Una ruptura democrática que nos devuelva lo que por derecho nos corresponde como parte del retorno del botín de guerra que los golpistas fascistas nos robaron, nuestra imperfecta pero aventajada República. No habláremos de los partidos, de todo tipo, que después de ignorar la idea de recuperar este oasis de breve democracia, tras la muerte del que nos sentenció a picar piedra durante la larga noche franquista no osaron a reclamar la legalidad usurpada, ni a reivindicarla en los años posteriores, se ve que no tocaba. Ahora toca y suena, para algunos, no seamos rencorosos aunque haya motivos, porque 30 años son muchos y de difícil recuperación con una sociedad que se mece al son de los cantos de sirena del sistema que los doma. Bienvenidos sean. Pero no necesitamos de éstos, ni de nadie, para ejercer de republicanos, eso significa trabajar en pos de la exigencia de la República como modelo alternativo, por derecho propio, a la monarquía constitucional que institucionalizó la impunidad del franquismo, el revisionismo, el olvido interesado, la negación sistemática de la verdad, la justicia y la reparación, con mecanismos coercitivos basados en el miedo de la mentira populista y en el pan y circo de una corona exhibicionista de unos valores de los que carece. Un sistema de circuito cerrado de censura y manipulación.



Salimos a la calle cuando nos tocan el silbato, cuando nos convocan, sino negamos nuestra función ciudadana de vigilante del sistema, de reguladores, de jueces de la democracia famélica que nos asiste, nos quedamos en nuestras casas aunque sea mucho lo que tengamos que decir, denunciar, vomitar, porque la indigestión de medidas antidemocráticas envueltas en el preciado papel constitucional empiecen a no cabernos en nuestros maltrechos estómagos hastiados de tanto trágala. Pero ¿por qué? ¿por miedo real, por miedo al ridículo, por pereza, por apatía, porque nos importa un bledo que vayamos rodando por una pendiente cada vez con más desnivel y con más piedras a clavársenos en los riñones?. Todos no somos así, habrá gente dispuesta a dar el paso, gente con inquietudes, gente dispuesta a rebelarse ante tanto recorte y tanto añadido, gente que no espera que la solución te la traiga a casa un mensajero real ni un apoderado de la administración Esta gente es la que tiene que tomar la decisión de visibilizar, no sólo un descontento, sino una reclamación democrática que es la República. Este 14 de abril es una ocasión estupenda para hacerla, para abandonar la bandera de la nostalgia y enarbolar la de la exigencia de un futuro republicano, democrático, de derecho a decidir, laico y de justicia social.


No esperes a que te convoque nadie, sal a la calle el miércoles 14 y toma los espacios públicos, las plazas de cualquier pueblo o ciudad, no te importe cuántos seáis, ni lo que dirán de vosotros, ejercéis un derecho democrático urgente y necesario. Explicad que es república, luchad contra la ignorancia interesada, haced proselitismo de los valores republicanos y del deber de memoria. Seguro que tenéis a alguien en la familia o habéis conocido a alguien que luchó o murió por estos valores y a los que le debéis al menos este pequeño ejercicio democrático, que puede empezar el 14 y que puede continuar el resto del año. De momento, no podemos declarar oficialmente la República, pero si podemos hacer de cualquier espacio nuestra Republicania. Ocupemos con nuestras ideas nuestros centros de trabajo (quien todavía lo conserve), las colas del paro, los cursillos de ocupación (que tendrían que llamarse de distracción), los centros de estudio, los mercados…. Un poco de pedagogía cada día preparará para los cambios necesarios a una sociedad desencantada, despolitizada, con la capacidad crítica anulada por mensajes simplistas voceados por los intereses económicos del mass media de turno, en un mundo maniqueo de buenos y malos, que se intercambian los papeles según la exigencia del guión, sumiendo en la confusión al espectador pasivo. Espacios de republicanismo libre, espacios físicos o intangibles, republicanias de alternativas ideológicas verdaderamente progresistas ocupados pacífica y democráticamente, centros de resistencia ciudadana a los que no estemos dispuestos a renunciar hasta alcanzar nuestros propósitos de conseguir un estado que no siga atado a las ligaduras del fascismo. Un buen gobierno sin títulos impuestos, que nos libre de una vez por todas de estos Borbones recurrentes que nos asaltan en sus idas y venidas robándonos el poder de decisión, atándonos a una España trasnochada, católica y rancia, que es una lacra para todos los que defendemos una república o repúblicas democráticas.



En Barcelona este 14 de abril se tomará la plaza de Sant Jaume en una autollamada de la ciudadanía responsable y emancipada, nadie convoca y todos lo hacemos, sin protagonismos, ni direccionismos, en un acto plural y abierto. Una Republicania de primavera y esperanza.http://clamorrepublicano.blogspot.com/

Soberanía alimentaria: Podemos alimentar al mundo.




LQSomos. Esther Vivas. Abril de 2010.
Vivimos un contexto de crisis sistémica múltiple: económica, ecológica, alimentaria, de los cuidados, energética... Y el sistema capitalista, lejos de dar respuesta a unas crisis que él mismo ha creado, apuesta por una huída hacia delante: mayor privatización de los servicios públicos, expolio de los recursos naturales, soluciones tecnológicas al cambio climático, ayudas a las empresas privadas y a la banca.

La crisis alimentaria muestra una de las caras más dramáticas del sistema capitalista actual con más de mil millones de personas en el mundo, una de cada seis, que pasan hambre, especialmente en los países del Sur. Paradójicamente, en los últimos veinte años mientras la población crecía a un ritmo del 1.14% anual, la producción de alimentos aumentaba en más de un 2%. Con estas cifras podemos concluir que en la actualidad se produce suficiente comida para alimentar a la población mundial. Pero, ¿cuál es el problema? Que si no se tienen suficientes ingresos para pagar su precio, no se come. Las políticas neoliberales aplicadas a la agricultura en los últimos treinta años (revolución verde, deslocalización, libre comercio, descampesinización...), nos han conducido a una creciente inseguridad alimentaria. La comida se ha convertido en un negocio, un bien privatizado, en manos de un puñado de empresas de la industria agroalimentaria, con el beneplácito de gobiernos e instituciones internacionales.

Frente a esta situación, cumbre tras cumbre la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el G20, junto con las principales empresas del sector, nos dicen que para salir de la crisis es necesario una nueva revolución verde, más transgénicos y libre comercio. Nos quieren hacer creer que las políticas que nos han conducido a la presente situación, nos sacarán de la misma.

Agricultura local, campesina y ecológica

Pero existen alternativas. La relocalización de la agricultura en manos del campesinado, nos permitirá garantizar el acceso universal a los alimentos. Así lo constatan los resultados de una exhaustiva consulta internacional que duró cuatro años e involucró a más de 400 científicos, realizada por la Evaluación Internacional del Papel del Conocimiento, la Ciencia y la Tecnología en el Desarrollo Agrícola (IAASTD en sus siglas en inglés), un sistema de evaluación impulsado ni más ni menos que por el Banco Mundial en partenariado con la FAO, el PNUD, la UNESCO, representantes de gobiernos, instituciones privadas, científicas, sociales, etc, tomando como modelo el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio.

Es interesante observar como, a pesar de que el informe tenía detrás a estas instituciones, concluía que la producción agroecológica proveía de ingresos alimentarios y monetarios a los más pobres, a la vez que generaba excedentes para el mercado, siendo mejor garante de la seguridad alimentaria que la producción transgénica. El informe del IAAST apostaba por la producción local, campesina y familiar y por la redistribución de las tierras a manos de las comunidades rurales. El informe fue rechazado por el agrobusiness y archivado por el Banco Mundial, aunque 61 gobiernos lo aprobaron discretamente, a excepción de Estados Unidos, Canadá y Australia, entre otros.

En la misma línea se posicionaba un estudio de la Universidad de Michigan (2007), que concluía que las granjas agroecológicas son altamente productivas y capaces de garantizar la seguridad alimentaria en todo el planeta, contrariamente a la producción agrícola industrializada y el libre comercio. Sus conclusiones indicaban, incluso las estimaciones más conservadoras, que la agricultura orgánica podía proveer al menos tanta comida de media como la que se produce en la actualidad, aunque sus investigadores consideraban, como estimación más realista, que la agricultura ecológica podía aumentar la producción global de comida hasta un 50%.

En el ámbito de la comercialización se ha demostrado fundamental, para romper con el monopolio de la gran distribución, el apostar por circuitos cortos de comercialización (mercados locales, venta directa, grupos y cooperativas de consumo agroecológico...), evitando intermediarios y estableciendo unas relaciones cercanas entre productor y consumidor, basadas en la confianza y el conocimiento mutuo, que nos conduzcan a una creciente solidaridad entre el campo y la ciudad. En la actualidad, la gran distribución (supermercados, cadenas de descuento, hipermercados, etc.) monopoliza la cadena de comercialización de los alimentos, sacando el máximo beneficio a costa de explotar a trabajadores, campesinos, medio ambiente.

La soberanía alimentaria se demuestra, de este modo, como la mejor alternativa para acabar con el hambre en el mundo. Se trata de devolver el control de las políticas agrícolas y alimentarias a los sectores populares (campesinos, trabajadores, consumidores, mujeres...), así como su acceso a la tierra y a los bienes comunes (agua, semillas...). Una soberanía alimentaria que tendrá que ser profundamente feminista, reconociendo el papel de la mujer como garante de la alimentación a escala mundial, y luchando contra la opresión no sólo de un sistema capitalista sino también patriarcal.

Más artículos de la Autora

*Aportación al taller sobre agroecología y soberanía alimentaria en la 2a Conferencia sobre Decrecimiento – Barcelona, 26 al 28 de marzo 2010.

**Esther Vivas es miembro del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona, activista y coautora de libros como Del campo al plato (Icaria editorial, 2009) o Supermercados, no gracias (Icaria editorial, 2007), entre otros.

Sopar Republicà al Vendrell.

divendres, 9 d’abril del 2010

BAR NO SE - TORREDEMBARRA-



Aquesta nit a les 23h,
actuaciò estelar de la banda
Jack Gasolina, al Bar No Se de Torredembarra.
Leo, el cantant fa una proclama:
Hay que reivindicar la "Música de Auto de choques" !!!

Hacia la 3ªRepública.




LQSomos. Ángeles Maestro. Abril de 2010.
Treinta y un años después de la promulgación de la Constitución, el engranaje político e institucional definido por la Transición se desmorona a ojos vista. El monolítico mensaje de los grandes medios de comunicación, empeñados a diario a consagrarla como columna vertebral de la “democracia” y a rodear a la monarquía de un muro impenetrable de legitimación, se derrumba ante una opinión pública que, según las encuestas realizadas y publicadas por ellos mismos, clama mayoritariamente por su reforma. Los datos son clamorosos: el 84% es partidario de cambios, según los datos de El País; una amplia mayoría, el 61 %, se pronuncia favor de un referéndum para decidir entre monarquía y república, y el 56% es partidario de eliminar el papel preponderante de la Iglesia católica, según Público. El abismo entre la calle y las instituciones es mayor que nunca.

La situación política está marcada por la agudización progresiva de todos los problemas que no resolvieron ni la Transición, ni todos los gobiernos que se han sucedido. Dos grandes asuntos la caracterizan: las dimensiones devastadoras de la crisis económica del capitalismo español, en el marco de una crisis sistémica, sin perspectivas de futuro, y la agudización sin precedentes de los conflictos por los derechos nacionales de los pueblos, especialmente del conflicto vasco.

De aquella transición...., vienen estos lodos.



LQSomos. Juanbe Moreno. Abril de 2010.
Asociaciones de prestigio como “Human Rights Watch” o “Amnistía Internacional”, asisten incrédulas a la dura visión del espectáculo mediático en el cual, los verdugos de los derrotados —¿Sindicato? ultraderechista “Manos Limpias”, Falange Española y la Asociación xenófoba “Libertad e Identidad”— sientan en el banquillo de los acusados al juez que ha tratado de investigar los crímenes del franquismo, algo que el propio Estado Democrático ha rehusado hacer en este largo periodo transitorio hacia la verdadera Democracia. Llamar Estado Democrático a un país cuyo jefe del estado se designa por los lazos sanguíneos comunes con su antecesor puede resultar una quimera. Tampoco ayuda el ser el segundo país con mayor numero de desaparecidos del mundo, superando en cantidad a Hispanoamérica en su totalidad. Las calles de las localidades de este país, no solo de los pueblos pequeños, sino las de la misma capital, se llenan precisamente de los nombres de los que abarrotaron las cunetas y fosas comunes de ciudadanos que, precisamente, defendieron de una manera activa o pasiva un estado de derecho arrebatado por las armas, y esto después de casi tres años de la creación de la Ley 52/2007, más conocida como “Ley de la Memoria”.

Los “crímenes contra la humanidad” no prescritos, donde entran los más de 140.000 desaparecidos, miles y miles de ejecutados con juicios sin valor jurídico o fallecidos en las cárceles. Millares de familias en la más absoluta indigencia después de las incautaciones de todos sus bienes ordenadas por el nuevo estado. La naturaleza violenta del franquismo en su cara más tétrica y miserable, con sus múltiples manifestaciones represivas, como medio de llegar al fin concreto del exterminio al vencido.

Todo esto es algo que no debieron entender los tan aclamados padres de la Democracia en aquellos tiempos que tuvieron en su manos el cambio presuntamente democrático, que se tradujo en un olvido pactado en pos de no se sabe bien que, dado los acontecimientos posteriores que llevamos padeciendo.

La Transición, palabra maldita que supuso el afianzamiento del verdadero poder social, económico, religioso y militar del franquismo, eso si, todo ello revestido de un buen maquillaje predemocrático, donde bastantes años después todavía las catacumbas de la derecha estaban abarrotadas de fieles y nostálgicos que no tenían muy claro si exponer sus simpatías políticas ante el nuevo estado. Todo cambia tras la victoria del PP en el año 1996. La impunidad del pasado les hizo fuertes. Los herederos políticos del franquismo, con muchos de ellos incluidos en sus filas abiertamente, sin esconderse, desafiantes, mueven los hilos y, las grandes fortunas financian las ingentes tiradas de los autores del revisionismo histórico. Los diez millones de votos emitidos hacia este partido, más cerca de la derecha extrema que de la derecha civilizada (¿O existió alguna vez esta derecha?), lo convierten en uno de los partidos fascistas más importante de Europa.

Una cosa es dejar llevar banderitas republicanas en la solapa, permitir exhumaciones donde los jueces se inhiben hasta de aparecer por las fosas abiertas llenas de huesos llenos de dignidad —la misma que les faltó a los asesinos que los sepultaron—, cambiar el nombre de cuatro calles, etc. Pero cuando la caja de Pandora amenazaba abrirse, con las derivaciones imprevisibles en cuanto a las consecuencias jurídicas contra los ejecutores materiales de los desmanes amparados por la dictadura, los falangistas que todos llevan dentro dijeron ¡basta!, y un juez instructor de la causa, Don Luciano Varela, por cierto fundador de “Jueces para la Democracia”, llega a la conclusión que hay indicios suficientes de prevaricación por parte de Don Baltasar Garzón en sus actuaciones.

La inhabilitación se producirá en breve, y veremos el triste espectáculo de los falangistas brindando por su ansiada condena, y el caso “Gurtel” pasando a hurtadillas para que no toque mucho la fibra sensible de los votantes.

Tal vez en estos tiempos que algunas iglesias piden perdón por los delitos de pederastia del pasado, o países como Alemania o Rusia por las matanzas en la IIª G.M., es hora que los partidos de izquierda que se tomaron la libertad de pactar una Transición vergonzosa, entonen el “Mea Culpa” que, por lo menos llegue a las familias que estos días asisten atónitas a la llegada del juicio al magistrado exponente máximo, de las pretensiones de justicia hacia sus desaparecidos.

Investigar crimenes del Franquismo...,NO ES DELITO.



Posiblemente sea inminente la suspensión de Garzón. Ésta nunca se habría producido si no hubiera metido sus narices donde la Transición sólo echó mierda: en los crímenes del franquismo. Tras muchos años de ejercicio judicial ninguna de sus decisiones impulsó su inhabilitación... Todo es posible en este país menos tocar a nuestros criminales.
Por eso se está promoviendo una concentración frente a la Audiencia Nacional para el día en que sea suspendido Baltasar Garzón. A las 20h en la calle Génova. Si la inhabilitación se produce más tarde de esa hora, la concentración será al día siguiente.
Se lo debemos a tantas víctimas del genocidio, a tantas personas que lucharon con su vida, con años de prisión y tortura, con el exilio... No con nuestro silencio.

dimarts, 6 d’abril del 2010

14 D'ABRIL A BARCELONA. VERITAT,JUSTICIA,REPARACIO I REPUBLICA..



COL.LECTIU REPUBLICÀ DEL BAIX LLOBREGAT.

Rojos, y a mucha honra.



LQSomos. Ángel Escarpa. Abril de 2010.
Después del enterramiento de los restos mortales – ya en sagrado – de 24 de las numerosas víctimas de la represión franquista en este archipiélago, leo en La Provincia un comentario de un lector, que no puede quedar sin justa respuesta. “¿Demócratas, los que pretendieron la revolución del proletariado, estos “rojillos” liderados por Bardém, Almodóvar y Miguel Bosé; los que gritaban viva Rusia y se definían como “rojos” …estos de la memoria histórica que reescriben la historia?…ni unos ni otros eran demócratas” (equiparando a republicanos y franquistas)

Trataré de responder desde aquí a este señor y a tantos y tantos que piensan como él, a pesar de mis limitaciones intelectuales, ahora que todos somos ricos y tenemos el frigorífico a reventar, dejando muy claro que, en las manifestaciones a las que yo voy, nunca les vi el careto ni al Bosé ese ni al director de cine, aunque sí que almuerzo con frecuencia con la Bardem admiradora de Pasionaria en Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto. En primer lugar, no creo que, todos los que fueron dueños de esos pocos huesos que hemos rescatado de la infamia de los “pozos del olvido” y de las zanjas improvisadas por la locura del franquismo, aceptaran el adjetivo de “rojillos”, como tampoco creo que fuesen necesariamente “quintacolumnistas” todos los ejecutados en Paracuellos, en las horas en que se temía que iba a caer Madrid y llovían “pavas” sobre la población civil.

¿Eran rojos los sacerdotes vascos fusilados por Franco, en 1936, por intentar defender Euzkadi de los que meses más tarde bombardearían Guernika, los que no tomaron las armas y se limitaron a dar asistencia espiritual a los combatientes leales a Aguirre? ¿Eran rojos también todos los hojalateros, relojeros, tranviarios, todos los novilleros, poetas y maestros represaliados, no muertos en combate? -tantos de ellos jamás supieron lo que era un máuser después de lo de Melilla-

Si he de juzgar a partir de algo concreto lo haré a partir de la figura de mi padre, “rojo” convencido. Luchador desde las primeras horas en el frente de Madrid, participa posteriormente en las batallas de Teruel y Lérida para, en el verano del treintaiocho, cruzar el Ebro y combatir en Sierra Caballs, y Sierra Pandols - ahora con los de la CNT y más tarde en las filas del Partido Comunista – para acabar peregrinando por el “acogedor” campo de concentración de Barcarés, en Francia, de donde sería trasladado al no menos tenebroso Campo de la Bota, en Barcelona - este señor quizás lo sabrá también: de donde no todos los tíos que entraban salían vivos, en aquellos años de derrota y que tanto nos recuerdan los años de Mauthausen, de donde, a decir de sus carceleros, no se salía si no por la chimenea; los que fueron ejecutados y quemados en Francia por actuar de pasadores de agentes y combatientes británicos y aliados al otro lado de los Pirineos.

No me quiero extender mucho pero valdría la pena refrescar la memoria un poco y recordar que, muchos de estos demócratas con comillas, regresarían a la España franquista luego de perder aquella guerra, luego de combatir en media Europa, como Cristino García, que después de vencer en la batalla de La Madeleine, regresó aquí para combatir al aliado de Musilini y Hitler para, un tiempo después, caer bajo las balas de Franco en un campo de tiro cualquiera; los que liberaron París, los que lucharon en Rusia, en Noruega, en África, y nunca aparecen en las películas de Hollywood; los que pelearon allí donde hubiera un pedazo de tierra por liberar del nazismo, con la sola promesa (incumplida) de que más tarde se liberaría España del yugo franquista.

Sí, la sombra de las ejecuciones sumarísimas en la zona republicana pesará siempre sobre la conciencia de esa izquierda que escapó por los pelos de las cárceles y de la represión del General. Pero qué cabía esperar de aquellos hombres que durante siglos solo habían sido carne de cañón en los campos de Flandes, en las ciénagas de la América española, en el África de Millán Astray, de Annual y el Barranco del Lobo. Qué se podía esperar cuando se enteraban de que su compañera, su hermana o su madre, en la retaguardia, había muerto, con la cabeza a varios metros de la cola de la Gota de Leche, donde esperaban por el alimento para los que nacimos en aquellos duros años. Qué se podía esperar de aquellos “rojos” que, tras introducir un papelín por la ranura de una urna, por primera vez en sus vidas conquistaban un título: CIUDADANO, algo tan simple que le habían negado la monarquía y todos los caciques desde la más remota antigüedad. Qué podía esperarse de aquellos que firmaban con la yema del dedo cuando se alistaban en los banderines de enganche de las banderas de La Legión, huyendo de la miseria; los que se incorporaban al 5º Regimiento para defender la revolución del proletariado: el derecho a un pedazo de tierra, antes de que ésta se los tragase definitivamente. Aquí me cuentan que el bracero trabajaba en la zafra del plátano de sol a sol; que él y los suyos apenas conocían otro alimento que unos cascos de cebolla y una pella de gofio, y eso sí: toda el agua que quisieran, que aunque era mala y no apagaba la sed de justicia, aliviaba las penas, aunque no la de ver cómo, aquí y allá, el “amo” le ponía la mano encima a la mujer o a la hija casadera (ya me entiende: lo del derecho de pernada.) Demasiado niño muerto por ausencia de medicamentos en la casa del pobre, de perras para pagar al médico; demasiada ausencia de escuelas, de derechos universales, para pedir encima que no se identificaran con la estrella bolchevique, ¿o aún debían hacerlo con la causa de Gil Robles y la de los generales africanistas que trajeron a alemanes, italianos y marroquíes para combatir a las “hordas” rojas y masónicas y sembrar con plomo las tierras que hicieran famosas el Caballero Don Quijote? ¿Quién le podrá reprochar mañana a nuestros jóvenes de hoy, esos que embuzonan publicidad de Telepizza en nuestras ciudades a falta de salidas profesionales, cuando arrastren por las calles de nuestras ciudades tanto busto, tanto retrato del rey mercenario, impuesto por el máximo responsable de casi un millón de muertos y aliado de los que ocasionaron 6.000.000 de muertes al pueblo de Israel, los 20.000.000 de muertos en la Segunda Guerra Mundial en la Rusia soviética?

Si, el problema del fascismo en las primeras horas del “alzamiento nacional” fue que los “rojos” no supimos ser demócratas: nadie antes había enseñado a aquellos “feroces” milicianos, que fusilaban a Jesús en el Cerro de los Ángeles, a leer a Kant, a Spinoza, a Cicerón, a Platón. El que sabía leer, apenas había leído La madre de Gorki y la Cartilla Antifascista; los que conocieron los días de las Misiones Pedagógicas en el Pueblo, los que escuchaban por primera vez, boquiabiertos, los mítines del POUM y oyeron hablar de las colectividades agrarias, de la Reforma Agraria y aprendieron a contar con las balas en el frente, no se resignaron a ver de nuevo instalados en el poder a los dueños de las tierras, las fábricas, las minas; como decía el poeta de Zamora: “los dueños del caballo y la pistola”, los dueños de sus vidas desde que los echaron al mundo, no se resignaron a la pasividad del 10 de agosto de mil novecientos treintaidós, cuando Sanjurjo quiso abortar aquella República con solo 17 meses de nacida. No se quisieron resignar los obreros de la industria de Cataluña ni sus camareros, los vascos de Aguirre, los valencianos de Blasco Ibáñez, los extremeños de Felipe Trigo y Gabriel y Galán, los andaluces cantados por Hernández y Lorca, los españolitos de Antonio Machado que no eran heridos por las penumbras de las iglesias y las homilías del clero en la recogida devoción de los templos. Quizás su problema también: los que hoy nos dan ejemplo, tantos involuntariamente, desde esos huesos que nos hablan de dignidad, del sacrificio, de la heroicidad de unas horas sin armas y lejos de la Capital de la República que les proveyera de camiones para movilizar a los militantes de los partidos y de los sindicatos, de hombres que sustituyeran a los gobernadores, generales y alcaldes fusilados por los golpistas. El problema para la reacción fue cuando los esclavos dejaron de ser los sumisos súbditos del pasado para asumir un papel activo en un proceso revolucionario.

No, no todos eran demócratas. La inmensa mayoría de los que hicieron posible aquella epopeya no eran si no un pueblo cautivo de la tradición y las supersticiones; la ignorancia y la sumisión que sus dueños y señores les habían inculcado, devenidos ahora en los émulos de los días de Espartaco y de la Comuna de París. No, los voluntarios de 54 nacionalidades - de las 66 que entonces conformaban la comunidad internacional - las Brigadas Internacionales, en esta ocasión no venían a las tierras de Albéniz, de Goya, de Falla y de Santa Teresa para beber los excelentes vinos de Osborne ni a disfrutar de las sabrosas paellas y la destreza de Ignacio Sanchez Mejías con la muleta, mucho menos a rescatar en santa cruzada el Santo Grial.

Me falta el espacio, pero no los argumentos para responder a éstos que se dicen demócratas pero apoyan a Gobiernos que les niegan la medicina y los servicios sociales a los más humildes de la nación más poderosa de la Tierra; los que, en nombre de su santa democracia y para preservar sus privilegios y los intereses de la gran industria a la que representan y les protege, llevan la maldición de las guerras y las hambrunas hasta la tierra más recóndita, sea ésta Afganistán, Chile o Cuba. Los que esquilman las tierras fértiles de Brasil, los que se “beben” el agua de los países cuya única riqueza es la agricultura, los que abortan los sueños de los pueblos que luchan por su liberación de la tiranía del capitalismo: en el Congo, en Bolivia o en Venezuela.

Qué bonito, señores burgueses, sentarse en una confortable butaca para aplaudir al coro de la zarzuela La Calesera:…LOS ESCLAVOS DE LA TIERRA SE ALZARÁN GRITANDO GUERRA …o tal vez las gloriosas voces de la celeste AIDA, elevando nuestros espíritus a los celestiales ámbitos de la gloria con los coros de Nabuco; pero qué jodido cuando, ese chavalito sin nombre de los concursos de la tele, que se parte el culo a reír y a aplaudir en lo Buenafuente, en Tenderete y en los estadios; el que participa en los carnavales como “mujer tetuda”, toma una botella de gasolina y se planta en medio de una calle de Madrid, de Génova o de Jerusalén para gritarles a los de toda la vida: ¡ NO PASARÁN!

Pero estaba hablando de un trabajador de la Fábrica Gas Madrid, un peón como tantos al que nunca vi con un libro entre las manos - ni de Marx ni de los otros - pero que tomó las armas cuando así se lo demandaron el sindicato y las consignas del Frente Popular para defender, entre otras cosas, una Constitución. Un hombre que, cuando regresó a aquella fábrica para palear el carbón con el que se alimentaban las baterías que producían el gas para la iluminación y las cocinas de la Ciudad, él que se movilizó para detener a los sucesores de Pavía, de Primo de Rivera - quizás los modelos del señor Tejero de 1981 - que estuvo en el mitin de Azaña del Campo de Comillas y, podría jurar que gritó en Sol aquel 14 de abril histórico, fue recibido en la citada fábrica con un: si quieres entrar a trabajar tendrás que hacerlo como nuevo: sin derechos. Si no, no haber ido a la Guerra.

Toda una lección de democracia, la de aquel capataz.

diumenge, 4 d’abril del 2010

Soberanía alimentaria y consumo responsable,como alternativas.



LQSomos. Xavier Montagut*. Abril de 2010.
Los múltiples efectos de la globalización económica, el empeoramiento de las condiciones de vida de millones de personas en el mundo, el deterioro ambiental, la prepotencia y el aparente poder absoluto de gobiernos, empresas y organizaciones internacionales como la OMC han ido generando en las últimas décadas una nueva oleada de movimientos de resistencia en todo el planeta.

Un papel especial en esta resistencia lo están jugando los tradicionales productores de alimentos, los pequeños agricultores o ganaderos, los pescadores, los pueblos indígenas, Resistiendo cada día más a su propia desaparición, quieren conservar su tierra y su agricultura. Todo este patrimonio de movilizaciones campesinas, de experiencias y de ideas se ha ido plasmando con el tiempo en un movimiento internacional, la Vía Campesina. En el centro de esta resistencia esta la estrategia, de soberanía alimentaria. Soberanía alimentaria significa devolver a cada pueblo y nación el control sobre los alimentos que produce y consume, recuperando todas las herramientas jurídicas, técnicas y políticas que necesite, incluyendo el control de los precios y los circuitos de intercambio. Adquiere su sentido en ámbitos locales, nacionales o regionales, que es dónde debe ir dirigida fundamentalmente la producción de alimentos.

Este concepto significa entrar directamente en las decisiones de qué alimentos se producen, de que manera y en que cantidad, es decir en las políticas agrarias de los estados. La alimentación de un país no puede depender de los caprichos del mercado internacional ni de las estrategias geopolíticas de una gran potencia: es una cuestión básica de supervivencia. Es decir, la alimentación y los sectores a ella ligados (la agricultura, la ganadería, la pesca…) son una cuestión de seguridad e independencia nacional. De soberanía, en definitiva. Son las personas, los pueblos, los que han de tomar en sus manos las decisiones de la política alimentaria. Son ellos, a través de sus decisiones democráticas, los que han de decidir qué, cómo y quién produce.

De esta manera, el concepto de soberanía alimentaria no se reduce a una fórmula genérica, sino que se trata de una herramienta metodológica para analizar y comprender una serie de fenómenos complejos. Una estrategia de lucha para abordar los problemas de la agricultura mundial y del hambre a principios del siglo XXI y un planteamiento radicalmente opuesto a la lógica neoliberal del desarrollo.

La soberanía alimentaria propone la reconstrucción de un modelo de intercambios agrícolas que se base en los mercados locales, regionales y estatales, capaz de vitalizar el desarrollo económico interno. No rechaza en absoluto el comercio internacional, pero redimensiona su importancia: tanto los precios como la producción deben ser regulados y orientados por las necesidades locales y no por los mecanismos de un mercado dominado por las grandes corporaciones.

Los alimentos, un bien público

La producción de alimentos, la agricultura y todo el conjunto de prácticas, conocimientos y actividades que giran a su alrededor deben ser considerados como un inalienable e importante bien público. Cuidar de la agricultura, a nuestro entender (y al entender de unos cuantos millones de agricultores), significa -por ejemplo- una política de subvenciones que se centre en los aspectos esenciales de la cuestión, ya que el debate más importante sobre las ayudas a la agricultura es hacia dónde se dirigen.

Ante el fracaso del modelo agroexportador y los desastres provocados por la industrialización de la agricultura, tanto en el terreno ecológico como en el social. En primer lugar, hay que subvencionar y apoyar a los agricultores y no a las industrias del campo. Una agricultura campesina es la única garantía de una producción de alimentos equilibrada, ajustada a las reales necesidades de la población, atenta a los equilibrios de los ecosistemas y capaz de gestionar armoniosamente el territorio rural. No se trata de volver a un pasado de penuria o de renunciar a la tecnología, todo al contrario.

Se trata de buscar alternativas válidas a un modelo agroindustrial que ha demostrado ampliamente toda su ineficiencia, su peligrosidad y su injusticia.

En el Norte, esto significa principalmente cambiar en 180º el rumbo de las políticas de subvención: abandonar la lógica de la sobreproducción y de la financiación de las exportaciones de excedentes mediante una rigurosa política de control de los volúmenes de producción, el establecimiento de precios agrícolas relacionados con los costes de producción, ayudas a las zonas más desfavorecidas y finalmente una política de prioridad de los mercados y mecanismos de comercialización locales.

Hay que dejar de ver la agricultura meramente como la producción. La agricultura ha sido históricamente el principal vehículo de las relaciones de los hombres y de las mujeres con su entorno natural. Los principios y las técnicas de la agricultura, de la pesca y de la ganadería tradicionales representan una elaboradísima síntesis del aprovechamiento y de la conservación de los ecosistemas: sólo la locura del beneficio económico rápido y a toda costa ha sido capaz de empezar la destrucción de la biodiversidad del planeta después de milenios de equilibrio. La financiación de la agricultura debe estar ligada al cumplimiento de estrictas normas que protejan la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales.

La agricultura significa empleo y ocupación sostenible del territorio. El proceso de industrialización y especialización de la agricultura no sólo ha marcado el declive de las pequeñas explotaciones, con la destrucción de cientos de miles de puestos de trabajo, sino que nos ha dejado un mundo rural profundamente en crisis. Una crisis de abandono en las zonas menos interesantes, desde un punto de vista económico, y una fuerte crisis de identidad en las zonas donde más se ha desarrollado el sistema agroindustrial.

Subvencionar la agricultura significa entonces garantizar realmente su multifuncionalidad: financiar prioritariamente el modelo de la pequeña y mediana explotación, fomentar el empleo en el campo y la revitalización de las sociedades rurales alrededor de las actividades agrícolas, recuperar el equilibrio medioambiental a través de prácticas agrícolas sostenibles. En resumen, reconocer concretamente las funciones sociales y ecológicas que la agricultura posee.

Como hemos visto, la idea de soberanía alimentaria ordena y da sentido al conjunto de la política agraria. Recuperar la posibilidad de los pequeños agricultores de producir en condiciones dignas y de forma sostenible, plantea fundamentalmente el problema del acceso a los recursos. En síntesis, y según la expresión de los mismos movimientos campesinos: “La soberanía alimentaria implica la puesta en marcha de procesos radicales de reforma agraria integral adaptados a las condiciones de cada región y país, que permitan a los campesinos e indígenas -considerando a las mujeres en igual de oportunidades- un acceso equitativo a los recursos productivos, principalmente tierra, agua y bosque, así como los medios de producción, financiamiento, capacitación y fortalecimiento de sus capacidades de gestión e interlocución” (Declaración final del Foro Mundial sobre Soberanía Alimentaria, La Habana, 2001.)

Solidaridad desde la diversidad

Todas estas consideraciones configuran claramente la soberanía alimentaria como un modelo de producción, de intercambios económicos, de participación democrática, de políticas agrarias totalmente incompatible y alternativo al vigente. Entrando en un terreno más filosófico, se puede decir que la soberanía alimentaria responde a una idea profundamente humanista de las relaciones entre individuos, grupos sociales, fenómenos económicos, productivos y ambientales, opuesta frontalmente a los valores individualistas, excluyentes y atomizadores de la sociedad de consumo.

De esta forma, la soberanía alimentaria combina unos principios generales válidos en todas las situaciones con un respeto a la diversidad de ecosistemas, culturas e intereses de los pueblos y naciones, que permite plantear un trabajo común de agricultores de unos países y otros. Hoy, Vía Campesina agrupa a más de 200 millones de agricultores de todo el mundo que son conscientes de enfrentarse a unos mismos adversarios, de participar en una misma lucha y de tener en común unos objetivos que incluyen y no excluyen la diversidad de situaciones sociales, ecológicas y culturales.

Todo esto hace de Vía Campesina uno de los movimientos sociales más importante a nivel mundial, capaz de mantener un profundo arraigo en las realidades más diversas de los cinco continentes. Bajo la perspectiva de la soberanía alimentaria, el argumento de la competitividad entre agricultores aparece claramente como una estrategia política del discurso neoliberal, que ha disfrazado a menudo de intereses nacionales la competitividad y los intereses particulares de las grandes multinacionales.

La agricultura adaptada al medio social y ecológico que propugna la soberanía alimentaria, se complementa y posibilita con un enfoque agroecológico. Éste, “a diferencia del enfoque agronómico convencional (...) se centra en principios vitales como la biodiversidad, el reciclaje de nutrientes, la sinergia e interacción entre los diversos cultivos, animales y suelo, además de en la regeneración y conservación de los recursos.

Los propulsores de este enfoque parten de las técnicas y posibilidades de cada lugar y las adaptan a las condiciones agroecológicas y socioeconómicas” (Altieri et al, 2000).

La agroecología

Nacida en profundo contraste con la filosofía y la práctica de la “revolución verde”, la agroecología ha logrado en estos años afirmar su viabilidad a través de muchas experiencias en todos los continentes y con la participación directa de miles de agricultores. Las bases de esta viabilidad son fundamentalmente tres: la primera es que se trata de un sistema muy flexible que interactúa con los conocimientos tradicionales locales y propone soluciones relativamente sencillas y no agresivas con el medio (no utiliza insumos químicos y recupera la biodiversidad de los sistemas agrícolas). La segunda es que supone un modelo económicamente ventajoso para las pequeñas explotaciones: la dependencia de insumos externos al ecosistema se reduce enormemente y, promoviendo la diversificación de los cultivos, crea las condiciones para la autosuficiencia alimentaria y económica. Y finalmente, la tercera razón es que la agroecología, sencillamente, funciona.

Sin embargo, en una sociedad dominada por un consumo masivo y de baja calidad, las condiciones para hacer de la agricultura ecológica un nuevo y lucrativo negocio están dadas. El consumo de los productos llamados “bio procedentes de la agricultura ecológica”, a pesar de ser mucho más sanos y sostenibles, no son necesariamente sinónimo de agroecología.

Agroecología significa, como hemos visto, el establecimiento de un modelo alternativo, que devuelva la agricultura a los campesinos, que cree las condiciones para un desarrollo socialmente justo y que integre la agricultura en los ecosistemas de una forma harmoniosa. Supone también la existencia de un proceso participativo en la sociedad: agricultores y consumidores deben ser los protagonistas de este proceso, que beneficia a ambas partes.

Está claro que este gran proyecto no puede desarrollarse sin la participación de los pequeños campesinos, los ganaderos, los pescadores, las comunidades rurales y sus expresiones organizativas y sindicales en cada país. Sin ellos, es imposible recuperar la sabiduría necesaria para resolver el problema alimentario a nivel local.

Sin embargo, ellos solos no bastan. El derecho a una alimentación sana, el mantenimiento de los ecosistemas del planeta, son asuntos de toda la población. Para implementar una estrategia de soberanía alimentaria, se tiene que contar con el conjunto de la población, con la participación de los consumidores, de las ciudades, de los trabajadores en su conjunto. Es necesaria la acción de todos ellos y que su voluntad se plasme en políticas públicas.

Es decir, la presencia y la actividad de movimientos sociales de productores agrícolas, expresada en la Vía Campesina, no significa sólo una resistencia cada vez más eficaz a las políticas neoliberales sobre agricultura, sino prefigura, de alguna manera, todo un universo posible de relaciones, de intercambios de conocimientos, de debates, reflexiones y acciones conjuntas entre sectores diferentes. Los científicos sensibles tienen un nuevo campo de trabajo en la recuperación de la sabiduría indígena y campesina, con inmensas posibilidades. Los sectores preocupados por la gestión ecológica del territorio pueden encontrar sus aliados entre los campesinos que hoy pueblan la inmensa mayoría del planeta y gestionan sus recursos. Las personas sensibles a los problemas fundamentales de la humanidad -especialmente la llamada desigualdad entre el Norte y el Sur- tienen en las luchas campesinas un potente aliado y una fuente de alternativas. Los consumidores preocupados por la calidad de los alimentos y por el equilibrio dietético, tampoco pueden abordar la solución de sus problemas sin la alianza con los productores de alimentos. Todo ello plantea la posibilidad de recuperar la importancia de la producción agraria, la dignificación de los que realizan este trabajo y una alianza del conjunto de la población en torno a la temática agraria.
Esta alianza está en la base de una estrategia de soberanía alimentaria.

La necesidad de alianzas es especialmente importante en los países del llamado primer mundo. Aquí, los agricultores representan un sector muy pequeño de la población activa global (en el conjunto del Estado español, el 4%, en Cataluña sólo el 2%) y recuperar la importancia de la producción agrícola exige un esfuerzo consciente por parte de las organizaciones ciudadanas. Los agricultores no pueden cambiar, ellos solos, el modelo agroalimentario dominante. Y no se trata solamente de un problema de proporciones entre la población que se dedica a la agricultura, con sus intereses específicos, y la que no. La complejidad y la extensión de este modelo dominante requiere una lucha y una reflexión igualmente compleja y extensa, que sólo un amplio movimiento ciudadano, probablemente, será capaz de llevar a cabo con una posibilidad de éxito. En este sentido, el tema del consumo y el papel de todos nosotros como consumidores es un asunto clave.

La alimentación industrial y el modelo de consumo

Desde hace tiempo existe, en nuestras sociedades asfixiadas por el consumo compulsivo, una sensación creciente de malestar ante algunas expresiones evidentes y especialmente odiosas del sistema agroalimentario vigente. Unos alimentos de bajísima calidad, absurdamente estandardizados y perniciosos para la salud, el despilfarro evidente de recursos energéticos, el creciente deterioro del territorio ligado a los estragos de la agricultura industrial…

Las técnicas de la agricultura “moderna”, junto con las exigencias económicas de los grandes grupos distribuidores y transformadores, aunque hayan hecho aumentar la producción de alimentos hasta generar importantes excedentes, han hecho bajar en picado su calidad.

La acumulación desproporcionada de sustancias químicas de síntesis es la norma en toda la cadena alimentaria: desde los plaguicidas y los fertilizantes hasta los antibióticos, a los conservantes y colorantes en la fase final de la cadena. La concentración y la mezcla de todos estos agentes químicos en los alimentos industriales es altísima.

El hecho de que todos estos alimentos hayan perdido la mitad de sus características organolépticas y sustancias alimenticias, que contengan residuos tóxicos o que sean portadores potenciales de enfermedades peligrosas no es un problema para las grandes industrias de la alimentación y las cadenas de distribución. La producción industrial y la concentración son sinónimos de altos beneficios y el hecho de que la salud y la cultura sean sacrificadas en el altar de la economía es un aspecto más de la modernidad.

El modelo de consumo dominante, ampliamente aplicado y consolidado en el Norte, cuya filosofía y efectos se están exportando al sur, se basa en una insostenibilidad de fondo que ha erosionado en estas últimas décadas muchos recursos naturales fundamentales y que en perspectiva nos dejará un mundo agotado, pobre e inhabitable.

Como ciudadanos y ciudadanas del planeta tierra estamos muy interesados, entonces, en un cambio general de estas condiciones por muchas y buenas razones: la conservación de nuestra identidad cultural como comunidades, la afirmación de la justicia, la salvaguarda de la salud y de la prosperidad de todos, la sostenibilidad.

Cambiar nuestro consumo y crear modelos comerciales alternativos

En los años ochenta y mediante la ecología política, aprendimos la importancia de dar una batalla también en el terreno de los modelos de consumo: “Mientras los tipos de demanda de bienes y servicios por parte de la población consumidora permanezcan inalterados, el capitalismo seguirá imperando(…) Reconocer eso no supone claudicación alguna en la voluntad transformadora. No es más que la constatación, nada trivial para la práctica política, de lo que en análisis es mera tautología: el capitalismo es el mejor sistema para satisfacer los tipos de demanda que el mismo ha generado e impuesto históricamente (…) Una sociedad distinta precisa de consumidores y consumos de otra clase. Requiere el renacimiento de una economía moral de los trabajadores” (Tello, 1990).

Este cambio de modelo de consumo, en la perspectiva de la soberanía alimentaria significa reconstruir los vínculos humanos y comerciales con los agricultores, consumiendo productos de temporada que se cultiven o se críen en el entorno más próximo y en armonía con él, estableciendo una nueva relación solidaria entre el campo y la ciudad. Es recuperar toda una cultura de la alimentación, dando valor a las pequeñas producciones locales y a las elaboraciones artesanas.

Si bien es verdad que no cambiaremos el modo de producción y de comercialización sin cambiar el modelo de consumo, el razonamiento inverso también es cierto. Para cambiar los modelos de consumo es necesario organizar otros mecanismos de relación entre productor y consumidor, otros mecanismos comerciales. Deberemos crear también mecanismos alternativos de comercialización o recuperar y dar un nuevo sentido a mecanismo tradicionales que hoy están siendo atacados por los grandes monstruos de la distribución. Intentar cambiar nuestro consumo sin modificar el modelo comercial dominante será un esfuerzo inútil.

En los de países del Sur, todavía la inmensa mayoría de los productos se comercializan en los mercados locales. Hay, pues, una tarea de defensa de los mercados locales tradicionales en todo el mundo. Estos mercados permiten un mayor control por parte de los campesinos y los consumidores y posibilitan que el dinero sigua repercutiendo en la economía local. Con ello abren la posibilidad, que niegan las grandes cadenas alimentarias, de una retribución digna a los campesinos y una producción respetuosa con la naturaleza. Pero, por sí solos, no lo garantizan; es necesario un trabajo consciente para conseguirlo.

Alternativas comerciales en el Norte

En los países del llamado primer mundo están apareciendo distintas experiencias que parten de una voluntad política expresada de forma organizada para crear alternativas a los modos comerciales tradicionales. La experiencia más extendida es lo que se ha llamado “comercialización de contrato”.

Es un concepto que nació en Japón hace más de cuarenta años y que se ha extendido a múltiples países. En Japón más de treinta millones de personas participan en los grupos de consumo ecológico llamados teikei. En Estados Unidos y Canadá existen más de 1.400 centros de consumo directo que llevan por nombre “apoyo comunitario a la agricultura” y que agrupan a cien mil familias. En Gran Bretaña existen cientos de grupos de consumidores que compran directamente al productor. En Francia y Suiza funcionan desde hace años estructuras y asociaciones parecidas, como las AMAP francesas, asociaciones para mantener una agricultura campesina viva.

Estos sistemas permiten a los consumidores comprar productos frescos, de temporada, cultivados en sitios cercanos y a unos precios transparentes y garantizados, fuera del mercado mundial. Además, participan en el apoyo a una agricultura duradera y de proximidad.

Por su parte, el agricultor conoce con antelación su volumen de producción y el precio que le será pagado. Su trabajo es reconocido y remunerado con un precio justo, que es un factor importante si pensamos en las fluctuaciones de los mercados internacionales.

Finalmente, este tipo de intercambio contribuye al mantenimiento o a la mejora de los vínculos entre el productor de alimentos y los consumidores.

En el Estado español, existen diferentes cooperativas que funcionan con contratos entre los productores y los consumidores y a un precio pactado de común acuerdo. Su funcionamiento es variado: con una cesta de productos o con pedidos sobre una lista; con trabajo totalmente voluntario o combinado con algunos trabajos remunerados; con un local que sólo funciona alguna tarde gestionado por los propios cooperativistas o con un local abierto al público y con horario comercial.

Estas experiencias significan, en resumen, los principios de transparencia y equidad, cultivo armónico con la naturaleza, remuneración digna para los productores, eliminación de intermediarios innecesarios, es decir los principios tradicionales del comercio justo, aplicados a cultivos de proximidad y con campesinos locales.

Por otro lado, tenemos un movimiento a favor de un comercio justo claramente en auge y que reivindica la equidad en los intercambios comerciales entre el Norte y el Sur. ¿Podrían y deberían confluir los dos movimientos?

El término “comercio justo” nació hace años para indicar una forma de enfrentarse a las injustas relaciones comerciales entre el Norte y el Sur. Tradicionalmente, el movimiento por un comercio justo ha tenido tres ámbitos de actuación. En primer lugar ha articulado un discurso crítico sobre el mercado, el consumo, las relaciones Norte-Sur llevándolo a la gente, a los consumidores, a la sociedad civil. En segundo lugar, y ligado a este aspecto, está su capacidad de movilización social. Finalmente, lleva a cabo un trabajo en prácticas comerciales alternativas, especialmente centrada, en productos típicos del comercio internacional.

Hoy, el comercio justo, fruto de su éxito, se encuentra en una encrucijada. Por un lado, hay una visión, la que más audiencia cuenta en los medios mayoritarios, que busca insertar el comercio justo en el mercado tradicional constituyendo un nicho de ventas que permita la máxima transferencia de recursos a los campesinos del sur. Para ello no duda en crear certificaciones como el sello FLO que puede ser utilizado, por las multinacionales como Nestlé o por las grandes plantaciones como Chiquita, para lavar su imagen hablando de productos “justos” cuando dichas empresas son el paradigma de la injusticia. El precio de esta visión es abandonar cualquier aspecto transformador del comercio justo y esconder las causas de los problemas de la agricultura y de la alimentación. Concepciones que, tarde o temprano, son cooptadas por el discurso neoliberal (Montagut y Vivas, 2006). (Sobre la critica a estas concepciones se puede consultar el manifiesto contra el sello FLO en www.espaciocomerciojusto.org )

Comercio justo y soberanía alimentaria: buscando una estrategia común

Pero también hay una visión que sitúa al comercio justo en alianza con otras experiencias y otras visiones del comercio local e internacional alternativas manteniendo, así, sus principios originarios y enriqueciéndolos con visiones más amplias. Desde este punto de vista, adquiere todo su sentido integrar los principios que originaron el comercio justo a la estrategia de la soberanía alimentaria.

En primer lugar, hay que ampliar el concepto de comercio justo a las experiencias de comercialización local en el sur. Es allí donde se da la batalla decisiva por resolver los problemas de alimentación y conservación de los recursos de nuestro planeta. La visión de aplicar los principios de un comercio justo a los mercados locales es algo que esta en la base de la estrategia de la soberana alimentaria. Por lo que respecta al Norte, el movimiento por un comercio justo con una voluntad transformadora debe construir una alianza local tanto ideológica como práctica con las experiencias cooperativas de consumo agroecológico.

En efecto, desde una visión transformadora del comercio justo es imprescindible realizar una labor de educación en un consumo responsable que sepa valorar los diferentes aspectos que existen en toda la cadena comercial, generando de este modo unas relaciones comerciales de confianza. Para esta labor son imprescindibles las organizaciones con base local, especialmente las tiendas de comercio justo, que tienen el contacto directo con los consumidores. Por otro lado, las cooperativas de consumo agroecológico y las diferentes experiencias de comercialización agroecológicas tienen unos principios comunes con los del comercio justo, al menos con la visión del comercio justo ligada a la soberanía alimentaria que defendemos.

En diferentes casos las tiendas de comercio justo han incluido formas de consumo cooperativo de productos agroecológicos locales. Las ventajas son múltiples: se refuerza la coherencia de su trabajo de comercio justo como una lucha por otro modelo de alimentación; se aumenta la viabilidad de las tiendas; se generan prácticas cooperativas y asociativas que fortalecen la dinámica participativa del movimiento.

Desde el punto de vista de las cooperativas, su alianza con el comercio justo facilita el trabajo por dotar a las cooperativas y a sus asociados de una visión que vaya mas allá de lo estrictamente local (Montagut y Dogliotti, 2006).

Son pues dos trabajos aliados tanto en la visión y los objetivos de la lucha como en la construcción de prácticas económicas que ayuden a visualizar que otro modelo de agricultura, de comercialización y de consumo son posibles y se constituyan en espacios de resistencia frente al modelo dominante.

Los límites de una práctica comercial alternativa

Hemos visto que la soberanía alimentaria pone la decisión ciudadana por encima del mercado. Es pues en dicho terreno, el de la acción social y política, dónde se han de librar las batallas decisivas. Las estructuras injustas del mercado internacional no se cambiarán solamente ni fundamentalmente por introducir algunas prácticas alternativas dentro del mercado. Hay que cambiar las mismas características de este mercado y ello se hace poniendo la política en el puesto de mando y la alimentación local por encima de la comercialización de excedentes en mercados más amplios. Mientras nuestra fuerza en el mercado esté en los recursos monetarios que tenemos, siempre estaremos en desventaja. En la acción política, en cambio, nuestra fuerza está en que somos la mayoría de los ciudadanos. Es sin duda un terreno más favorable para los cambios sociales.

Es por esto que, por importante que sean las practicas alternativas de otras formas de consumir y comercializar, debemos de huir de la visión, hoy en boga, de que muchas acciones individuales de consumo responsable, por si solas, tendrán como efecto cambios estructurales. La lucha política, es decir el esfuerzo colectivo por condicionar las normas sociales, incluido el mercado, puede ser complementado y fortalecido por alternativas de consumo y comercio, pero nunca sustituido. Parafraseando el lema de la Vía Campesina: si queremos globalizar la esperanza es necesario globalizar la lucha.

*Xavier Montagut es presidente de la Xarxa de Consum Solidari.

Bibliografía

- Altieri, M. et al. (2000) “Agroecología para combatir el hambre en el sur” en Revista del Sur, nº 105/106.
- Montagut, X. y Dogliotti, F. (2006) Alimentos globalizados, Barcelona, Icaria editorial.
- Montagut, X. y Vivas E. (coord.) (2006) ¿Adónde va el comercio justo? Barcelona,
Icaria editorial.
- Tello, E. (1990) “Demandas ecosocialistas” en Mientras Tanto, nº 39.

dissabte, 3 d’abril del 2010

SE CONSTITUYE EL GRUPO UNION POR LA 3ª REPUBLICA.



LQSomos. Joan Soto. Abril de 2010.
Nota de prensa:
Compañeros y compañeras, camaradas todos y todas:

Después de meses de informaciones, mails y contramails, etc., se ha constituido ya, oficialmente, la Plataforma "UNIÓN POR LA TERCERA REPÚBLICA" que tiene la intención de abrir un nuevo espacio asociativo de naturaleza político-social para trabajar en Pro de la verdad, la justicia y la reparación y de recuperar la legitimidad democrática de la república. La plataforma nace con vocación dialogante y pluralista para intentar aglutinar los esfuerzos y las fuerzas de todos los grupos republicanos y de memoria histórica del estado bajo un pacto de mínimos de todos los republicanos y republicanas para trabajar juntos en favor de la recuperación de la tradición republicana y de la consecución de la tercera república.

De ahora en adelante todos los mails que mandemos como plataforma los vais a recibir a través de esta dirección de correo electrónico: Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla '; document.write( ' Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla El grupo UNIÓN POR LA TERCERA REPÚBLICA se constituye como una plataforma político-social de ámbito estatal que no reconoce el pacto de silencio de la transición ni ningún otro gobierno excepto el de la República. La plataforma aglutina y se siente solidaria y hermanada con todas aquellas personas y grupos que, al margen de su ideología política, creencias religiosas, raza, cultura, lengua, sexo, orientación sexual u otras razones del índole que sean, lucharon por la República y lo quieren seguir haciendo.

Los miembros de esta plataforma nos definimos como federalistas pero nos sentimos hermanados con todos aquellos que defiendan otras vías como puede ser la confederal.

Nuestros objetivos básicos son:

1. La implantación, estructuración y potenciación en el seno de la ciudadanía, de un estado social y democrático de derecho, republicano y federal.

2. La apertura de un espacio de debate tanto en el seno de la izquierda real como en el seno del conjunto de pueblos que forman el Estado Español con el objetivo de construir una reflexión colectiva en relación a qué modelo de país queremos.

3. La lucha por la implantación de los valores republicanos en la sociedad.

4. Fomentar los valores y actitudes tendentes a profundizar en las ideas de democracia, república, libertad, paz, igualdad en la diversidad, igualdad de oportunidades, respeto, justicia social, fraternidad, solidaridad y laicismo.

5. Difundir la cultura republicana y su aplicación en el marco del Estado Español.

6. Fomentar y realizar actividades relacionadas con la difusión de la cultura republicana. Entre dichos actos estaría la realización de conferencias y otros actos públicos. Una de las acciones que planteamos como plataforma es el de intentar la realización, a nivel estatal, de una consulta popular sobre la tercera república.

¡VIVA LA REPÚBLICA!

HACIA UNA ALIANZA POR LA SOBERANIA ALIMENTARIA DE LOS PUEBLOS.





LQSomos. Esther Vivas. Abril de 2010.
Grupos y redes en defensa de la soberanía alimentaria de distintos territorios del Estado español se reunieron el 19 y 20 de febrero en Vinyols i els Arcs (Tarragona) para avanzar en la construcción de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos. Unas cincuenta personas representantes de colectivos impulsores de esta iniciativa en Castilla y León, Andalucía, Catalunya, Madrid, País Valencià, Castilla-La Mancha, Euskal Herria, Extremadura, Galicia y Asturias se encontraron para debatir acerca de los objetivos y del plan de trabajo a llevar a cabo. En palabras de Paul Nicholson, del sindicato agrario EHNE y de La Vía Campesina: “La Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos quiere ser un movimiento social. No estamos haciendo una nueva organización ni plataforma. Queremos apoyar las actividades que se dan en lo local, nunca sustituir, y construir una propuesta política de acción entorno a la soberanía alimentaria a medio y a largo plazo”.

El encuentro sirvió para intercambiar experiencias, dotarse de un marco de coordinación y de trabajo estatal, enfatizando la autonomía local, y acordar algunas temáticas clave como la lucha contra los transgénicos o la Política Agraria Común (PAC), entre otros temas, a la vez que se asumieron algunas fechas importantes de movilización como el 17 de abril, jornada internacional de lucha campesina, y un próximo encuentro en invierno del 2010.

Un movimiento desde la base

Desde su lanzamiento a finales del 2008, en el 6º Foro por un Mundo Rural Vivo organizado por Plataforma Rural, se han ido creando, poco a poco y con ritmos distintos, redes y espacios en varios territorios del Estado español con el objetivo de construir esta alianza de “abajo a arriba”. Unos marcos de trabajo que en cada lugar se han dotado de un modelo organizativo propio y han establecido unas prioridades en función de sus realidades locales, aunque hay un elemento común: todos comparten la voluntad de sumar en un mismo espacio a campesinado, grupos de consumo, ecologistas, ONGs, feministas, colectivos de comercio justo, apostando por la creación de “solidaridades” entre el campo y la ciudad y por la construcción de la soberanía alimentaria desde lo local.

Pero, ¿cuáles son las perspectivas de futuro de este proceso? Debemos de señalar que el propio lanzamiento de esta iniciativa es un paso adelante muy importante para consolidar la construcción de redes a favor de la soberanía alimentaria. Asimismo, el peso dado al trabajo y a la coordinación local es fundamental para la consolidación y el arraigo de una iniciativa de estas características, pero sin olvidar la coordinación estatal y la perspectiva global que da el marco de La Vía Campesina.

Otro elemento es la voluntad de crear “movimiento social” apoyando iniciativas ya existentes, como marcos de trabajo e intercambio entre productores y consumidores. Es necesario un movimiento social, amplio y combativo centrado en la movilización a favor de la soberanía alimentaria, en un contexto de crisis alimentaria global y de empobrecimiento del campesinado familiar tradicional, dando un peso específico a las aportaciones feministas, ya que la lucha por la soberanía alimentaria, visto el papel de la mujer en el campo y en el sistema alimentario, requiere de una perspectiva antipatriarcal.

Otro reto es la coordinación tanto territorial, entre los distintos núcleos, como sectorial, entre las redes que participan en la Alianza (ecologistas, comercio justo, mujeres, campesinos, consumidores), estableciendo convergencias con otros movimientos sociales.

Las resistencias a favor de la soberanía alimentaria de los pueblos en el Estado español han empezado a dar sus primeros pasos, pero queda mucho camino, discusiones, debates y aportaciones. El reto no es nada fácil, pero el escenario que plantea el actual contexto político, social, económico, alimentario, medioambiental urge de propuestas de este tipo.

La primera semilla: Nyeleni

Este proceso se enmarca en el llamado internacional de La Vía Campesina a crear redes regionales a favor de la soberanía alimentaria. Esta propuesta surgió del Foro Internacional por la Soberanía Alimentaria, en febrero del 2007 en Malí, con el nombre de Nyeleni, en honor a una campesina maliense. Un foro en el que participaron más de 500 representantes de organizaciones campesinas, pescadores, pastores, consumidores... de más de ochenta países y que fue impulsado por La Vía Campesina, junto con otros movimientos sociales como la Marcha Mundial de Mujeres, el Foro de los Pueblos Pescadores, Amigos de la Tierra, entre otros.

Más artículos de la Autora

* Esther Vivas es miembro de la Xarxa de Consum Solidari y participa en el proceso de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos.

*Artículo publicado en Diagonal

A favor de un Proceso constituyente por la Tercera República.


LQSomos. Red de Municipios por la Tercera República. Abril de 2010.
Modelo de moción a presentar en los Ayuntamientos a favor de un Proceso Constituyente por la Tercera República.

De acuerdo con lo establecido en la Ley de Régimen Local y el Reglamento Orgánico de Funcionamiento de las Administraciones Locales, el Grupo Municipal de... eleva a la consideración del pleno del Ayuntamiento de ………… la siguiente moción:

EL AYUNTAMIENTO DE .............. POR UN PROCESO CONSTITUYENTE HACIA LA III REPÚBLICA

PREÁMBULO

Los republicanos de toda condición, comprometidos con los ideales de Justicia, Libertad, Igualdad y Fraternidad, herederos del legado social, cultural y emancipador de la II República, hemos de manifestar nuestro más firme rechazo al modo en que la actual Constitución impone a los españoles una monarquía heredera directa de la dictadura de Franco. Asimismo, no podemos aceptar que se hurte a la ciudadanía la posibilidad de elegir la forma de Estado. DECLARACIÓN DEL AYUNTAMIENTO DE …………… HACIA UN PROCESO CONSTITUYENTE POR LA III REPÚBLICA.

Ciudadanos/ ciudadanas:

En la España de hoy, el régimen republicano sería el mejor marco para la defensa de los derechos y libertades democráticas, instrumento imprescindible para asegurar el autogobierno de los diversos pueblos que componen nuestro Estado y un medio para superar los límites que la economía capitalista impone al desarrollo efectivo de los derechos sociales.

El Ayuntamiento de .............. hace un llamamiento al conjunto de los hombres y mujeres para defender la memoria y los valores de la república de los trabajadores y trabajadoras, de la paz, a denunciar y combatir con fuerza las diversas acciones que pretenden denigrar la realidad de lo que fue la II República Española. Por ello propiciamos una estrategia unitaria para apertura de un proceso constituyente. Llamamos a iniciar y desarrollar este movimiento cívico y político de carácter convergente y unitario en todos los niveles organizativos, como germen para la consecución de la III República Española, sobre los siguientes pilares:

1º.- En primer lugar, tendrá que vertebrarse a partir del reconocimiento de los derechos humanos: civiles, políticos, sociales y medioambientales, de este modo avanzaremos hacia una sociedad de pleno empleo, con reducción de la jornada laboral y reparto del tiempo de trabajo, con desarrollo sostenible, con protección social plena y fiscalidad progresiva.

2º.- Planteamos, en el marco del modelo de estado republicano, la democracia radical y participativa, se trata de llevar la democracia a ámbitos hoy vedados, como la economía o la cultura, así como profundizar en la democracia política.

3º.- Queremos rescatar el inmenso valor histórico, ético y político del artículo sexto de la Constitución Republicana de 1931 para defender una política de paz: “España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional”.

4º.- Apostamos por un modelo de estado inspirado en los valores del humanismo laico, que se asienta en el principio de la libertad absoluta de conciencia. Hay que derogar el inadmisible Concordato suscrito con el Vaticano hace tres décadas y liberar a la escuela pública del adoctrinamiento de la religión católica.

5º.- Está el valor de la austeridad, entendido como la racionalidad y la sintonía entre las necesidades sociales y las aportaciones presupuestarias y de infraestructuras necesarias.

6º.- La situación política prueba la necesidad de construir un Estado federal republicano y solidario que supere la denominada “España de las autonomías”. Los territorios federados, para la construcción del nuevo Estado, aceptarán como patrimonio común de todos los siete ejes que desarrollan la propuesta republicana. El desarrollo legislativo corresponderá a las Cortes Generales de la República y el desarrollo ejecutivo al Gobierno Federal. El Estado tendrá tres administraciones: la General, la de cada federación y la municipal, avanzaremos hacia la comarcalización de cada federación. En la atribución y ejecución de las competencias se tendrá en consideración el principio de subsidiariedad.

7º.- Pretendemos construir la Tercera República Española en el marco de una Europa federal a partir del impulso de un auténtico proceso constituyente europeo.

ACUERDOS

PRIMERO.- El Ayuntamiento de .............. se constituye en Comisión Promotora de la III República, como ya han hecho y avalado los Plenos de otros Ayuntamientos, para impulsar un proceso constituyente hacia la República, utilizando todos los mecanismos democráticos y pacíficos que prevé la Constitución Española en sus artículos del 166 al 169.

SEGUNDO.- Hacer llegar la presente iniciativa a Las Cortes Generales, a las Comunidades Autónomas y a los Ayuntamientos, así como a la Unión Europea y a la Comunidad Internacional para su reconocimiento y estudio, para que transcurra por los cauces democráticos, y para que se hagan eco las instituciones constitucionalmente competentes.

TERCERO.- Declaramos agotado el modelo de Estado actual, y llamamos a la ciudadanía a demandar la reforma de la Constitución, y la convocatoria de un referéndum, donde sean los ciudadanos y las ciudadanas los y las que decidan con votos democráticos, la forma de Estado que prefieren para el Estado Español.

dijous, 1 d’abril del 2010

Centenario de un poeta condenado.



LQSomos. Josu Goñi*. Marzo de 2010.
En el año 2010 se conmemora el centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández, condenado a muerte por su compromiso con el pueblo y con los ideales de progreso y cultura de la Segunda República Española, así como por hacer de la poesía la mejor arma revolucionaria.

Miguel Hernández es un ejemplo de poeta comprometido con los valores de la izquierda, con el mundo del trabajo, con la libertad y la justicia. En la contienda fratricida que siguió al golpe de Estado del general Franco contra el Gobierno de la República, Miguel Hernández continuó su trayectoria poética y humana, ingresando como voluntario en el Ejército republicano: se incorporó al Quinto Regimiento de Zapadores, organizado por el Partido Comunista, el 23 de septiembre de 1936, y participó en la defensa de Madrid, Andalucía, Extremadura y Teruel. Siguió escribiendo y desarrollando una intensa labor cultural en defensa de la República. Sus poemas de estos años se agrupan en varios libros, entre los que destaca Viento del pueblo, que vio la luz en 1937. Miguel Hernández forma parte del patrimonio cultural de la Humanidad; su poesía sigue siendo palabra en el tiempo para denunciar la injusticia y luchar por la libertad; él no entendía el papel del poeta y del intelectual sino estaba arraigado en un compromiso social y político; no desertó nunca de su clase social, de su condición de campesino pobre, ni del poder transformador de la palabra… Asimismo, encontró en el Partido Comunista de España un lugar natural de trabajo y de lucha, y, para los comunistas, es un orgullo contar en nuestra organización con el gran poeta, el gran hombre y el gran comunista que fue Miguel Hernández y que sigue siendo en su obra y en nuestra memoria.

Pero hay que denunciar a muchos medios de comunicación, y a organismos controlados por la derecha, que callan sobre quién fue Miguel Hernández. También se debe denunciar al Gobierno del PSOE, que mantiene la vigencia de los juicios de los tribunales franquistas que consideraban el 18 de julio como fuente de derecho, por lo que la defensa de Miguel Hernández no puede estar separada de la defensa de los miles de personas que compartieron con el poeta su lucha por la República, primero en el 5ª Regimiento, después en el Ejército republicano, y finalmente en las cárceles franquistas.

Para rehabilitar la figura de Miguel Hernández, lo que tiene que hacer el PSOE es promover los cambios legales que permitan la anulación de su juicio, así como la de todos los que murieron por la República. Y ya el colmo del cinismo es que aparezca en la web del Ministerio de la Presidencia: Sus Majestades los Reyes presidirán la Comisión Nacional del Centenario del Nacimiento de Miguel Hernández. No hay ningún comunista en esa comisión, pero, además, es una vergüenza que la presida alguien que ha dicho “no permitiré que nadie hable mal de Franco en mi presencia”, o que juró los principios del Movimiento Nacional. El sucesor de su asesino es el que va a presidir su aniversario. Más vale que cambiemos este régimen por el que hubiera querido Miguel: la III República.

Por eso, desde el PCE hacemos una convocatoria amplia a toda la izquierda política, social y cultural, para convertir el centenario de Miguel Hernández en una ocasión privilegiada en pro de la lucha ideológica y la recuperación de la memoria histórica Y acogeremos todas las propuestas encaminadas a actualizar, en el año 2010, el legado de un poeta comunista -a quien Pablo Neruda puso como ejemplo de corazón purísimo-, y de quien nuestro camarada Marcos Ana ha dicho que “todas las injusticias, toda la fiebre de redención humana, arden en las canciones del río de sangre juvenil que va a una hermosa muerte para ganar la vida”.

* Militante del PCE-EPK. Publicado en Errepublikaren Aldeko Gunea

Miguel Hernández. 100 Aniversario
MOVIMENT PER LA TERCERA REPÙBLICA !!!!
http://www.loquesomos.org/ // mp3 //
Centenars de milers d'exiliats, torturats i assassinats, han estat condemnats a l'oblit després de quaranta anys d'usurpació feixista del poder a Espanya. Trenta anys després d'aquella transició vergonyosa, ja és hora que tornem a tenir un veritable Estat de Dret.